A través de la narración
misma del episodio del maná, sabemos que significa la palabra “maná”. Viendo
esa cosa extraña al suelo, los Israelitas preguntaron, “¿Mann hou?” es decir “¿Qué
es?” Los hijos de Israel comieron “mann hou” “¿qué es?”. Comieron y se saciaron
de interrogación. Uno escritor judío francés escribió que la esencia del hombre
es el “¿qué?”, la queilidad si se pusiera decir. Ser hombre es preguntar “¿qué?”, es extrañarse.
Lo que comemos,
no es pan o carne, o pescado o verduras. Si, por supuesto, pero no basta. Todo
esto da de sobrevivir, o de vivir como animales, come ser vivo. Pero somos
animales creyentes, somos vivos que se fiamos de los demás, de Dios, y para
fiarnos, tenemos que preguntar “¿qué?”, tenemos que ser lo que somos, preguntando
“¿qué?”.
Pero los hijos de
Israel se acostumbraron, y nosotros también. Comemos pan del cielo sin
preguntar, es decir sin darnos la oportunidad de creer. Ya sabemos que es, pues, pues no preguntamos “¿qué?”. Pero si no preguntamos, no somos seres de fe, seres
humanos, sólo seres vivos. Ya es algo, pero evitamos ser según nuestra vocación
de bautizados, de creyentes, preguntando “¿qué?”.
El asombro es la condición
no sólo del ser humano, sino también, del creyente. Preguntar no es dudar, sino
entrar en el misterio de la fe. Si no hay nada extraño, si nada nos para, nos
asombra, no se puede tratar de confianza, de fe. Quizá se trata de religion, pero de fe, no.
Lo podemos
verificar en el evangelio. Los interlocutores de Jesús esperan comer, sin ver
el problema, sin asombrarse, sin preguntarse sobre lo que comieron durante la multiplicación
de los panes. Suerte ¡tenemos a uno que nos da pan! ¡Sigámoslo! Ya no hay problema
de trabajo, de dinero, de hambre. Todo arreglado. Todo sin pregunta. Comer como
los animales, sin preguntar.
Pero ¿Quién da de
comer? ¿qué comemos? ¿de qué tipo es nuestra hambre? ¿Qué nos hace vivir? ¿Qué
es ser humano? ¿Por qué vivir es confiarse de los demás?
Por favor, que no
haya respuesta. Que se mantenga la pregunta, la interrogación, “Mann hou”. Si
ya tenemos la respuesta, incluso la del catequismo, ya no se trata de fe, solamente
de un saber, ya somos como los interlocutores de Jesús. Todavía no somos
creyentes.
Van ustedes a
contestar, si, lo somos. Es lo que hacen precisamente los interlocutores de Jesús.
Jesús los conduce como a nosotros por otro camino, un camino que hace descubrir
otro tipo de hambre, otra manera de vivir como hombres. Jesús nos quiere
conducir en el camino de la fe, que tengamos hambre y sed de vida, de vida abundante,
rica, copiosa, banquete de gozo.
El pan que Jesús
da no es como el maná, porque los padres han muerto. Por lo tanto sigue como el
maná, porqué es pan del cielo, recogido de otro lugar, que no nos podemos comprar.
Tenemos que seguir preguntando “¿qué es?”, incluso después de la respuesta de Jesús:
“Yo soy el pan que da vida. El que viene a mí, nunca más tendrá hambre, y el
que en mí cree, nunca más tendrá sed.”
Lo que significan
estas palabras, todavía no se puede decir, tenemos que acabar este capítulo del
evangelio, tenemos que acabar con la lectura del evangelio. Y el capítulo tendrá
muchas otras preguntas. Una ultima para hoy. ¿Qué es un pan que no sólo para el
hambre sino también la sed? Es una cosa que se recibe de Jesús y hace vivir, es
Jesús.
Patrick, soy Natalia, desde la costa de Toscana y a pocos metros del Mare Nostrum, lleno de vida y de muerte, de esperanza y de horror. Lleno de misterio, como cada ser humano (y en mi opinión como cada animal, aunqe a ud no le gusten!). Su homilía no es fácil, sobre todo para los gaditanos, acostumbrados seguramente a explicaciones muy simples del evangelio. En los últimos meses nos hizo unas homilías extraordnarias sobre el amor y la misericordia y la proximidad de Dios. Nos dijo que es la esencia de nuestra fe y todas le entendíamos, como le entenderían los gaditanos. En esta homilía da una clave al final, pero en mi opinión es demasiado tarde. Le ruego perdone mi atrevimiento, pero espero ud entienda que lo hago con toda mi amistad. Puede que me equivoque.
RépondreSupprimer